“Testimonio de conversión todavía no sé si es así…. pero, lo que puedo asegurar, es que mi vida cambió desde el día que buscando respuesta a lo que sentía me dirigí a la Parroquia San Vicente Pallotti en busca de horarios de misa.

Y Dios quiso que me encontrara frente a frente con el Padre Rene. Para mí, el Padre era hasta ese momento un Ser enigmático. Llevaba algo de apuro, pero igual  me  brindó información, y mas allá de lo poquito que conversamos, me dejó algo especial: con ganas de ir a su misa.

Así comenzó este camino, el cual puedo asegurar no tiene vuelta atrás. La primera misa que presencié me sacó de encima una carga negativa que llevaba hace tiempo .Desde ese día siempre y cuando puedo presencio sus misas.

Misas en las cuales aprendí muchas cosas que desconocía… Gracias a ese Ser especial, el Padre René, porque él hace todo especial. Especialmente me demostró en sus misas que Jesús está ahí, sí, aquí y que vive para nosotros, y al igual que él, el padre no deja sin consuelo a ninguna de sus ovejas, él sale siempre a buscarlas.

Simplemente invito a todos los que se sientan desanimados que vengan a la parroquia, se acerquen, presencien las misas. Misas de las cuales uno sale alegre, animado, feliz, además de ser testigo de testimonios de sanación que se dan en ellas.

Se darán cuenta que todo lo que escribo tiene un sentido y es el de agradecer a Dios de habernos enviado desde el Cielo a ese Ser de luz que es el Padre Rene, gran pastor de esta parroquia.

El camino es largo pienso, pero con caridad, misericordia, oración y misa: “Todo lo puedo en Dios que me conforta”, palabras que siempre pronuncia el Padre.

Vengan y presencien cuando en la misa sale Dios, entra en la custodia y nos da esa demostración  única de amor que vivimos a través del Padre, el amor que derrama sobre cada uno de nosotros… simplemente vengan.

Me despido con un gracias a Dios y al Padre Rene que me abrió el camino de la luz y el amor…

Saúl Yoia, de Empalme Lobos