🗡️ESPADA ESPIRITUAL
Lunes 17 de agosto de 2020
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (19, 16-22): «En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó:
«Maestro, ¿qué debo hacer de bueno para obtener la vida eterna?»
Jesús le respondió:
«¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno sólo es bueno: Dios. Si quieres entrar en la vida, observa los mandamientos».
El le preguntó:
«¿Cuáles?»
Jesús contestó:
«No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre, ama a tu prójimo como a ti mismo».
El joven le dijo:
«Todo eso ya lo he cumplido.
¿Qué me falta aún?»
Jesús le dijo:
«Si quieres ser perfecto, ve a vender todo lo que tienes y dáselo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme».
Al oír esto, el joven se fue muy triste porque poseía muchos bienes.»
Hoy quisiera referirme al tema de alcanzar la santidad, que no es solamente cumplir los mandamientos, y como dice el evangelio de hoy, cuando nos pone el ejemplo del joven rico, que debemos renunciar a todo lo material.
El desapego o renuncia es una de las características de los santos. Otra será la humildad.
Recuerdo aquella religiosa que tenía fama de santa, pero cuando San Felipe Neri fue a verla para comprobar ese rumor, le pidió que limpiara sus zapatos llenos de barro y ella no quiso hacerlo. Así se dio cuenta Felipe que no tenía nada de humildad, por lo tanto era una falsa santidad.
Y también para vivir en santidad se necesita una gran caridad, como lo dice San Pablo en la carta a los corintios
(1 corintios 13, 1).
Uno observa a personas que pueden estar largas horas de oración, sin embargo, se enojan o faltan fácilmente a la caridad, hasta con sus más cercanos. «Si yo no tengo amor nada soy Señor».
Pidamos a nuestra Madre Santísima la gracia de renunciar a todo apego desordenado, tener una gran humildad y una gran caridad. A.M.D.G.