El jueves 28 de septiembre, en vísperas de la Fiesta de San Miguel, tuvimos un programa especial sobre el Arcángel San Miguel, al cual tenemos mucha devoción en la parroquia especialmente en las misas que rezamos por la sanación y liberación de los fieles que se acercan al padre René.

Y el Viernes 29 de septiembre, propiamente el día de los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, tuvimos la misa solemne en su honor y por todos los enfermos y afligidos en San Vicente Pallotti.

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Al comenzar la celebración entraron en procesión los ministros con el Padre Rene llevando la imagen de San Miguel y bendiciendo a todos los fieles con el incienso y el agua bendita. El templo estaba colmado.

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También tuvimos presente al Padre Pío que fue su fiesta el pasado sábado 23 de septiembre y que es un gran intercesor en las misas por los enfermos y a Nuestra Señora de Fátima que este año se está cumpliendo su 100º aniversario de las apariciones, evento tan importante por el mensaje de la Santísima Virgen, por el pedido de Ella a todos sus hijos: la conversión a Dios, la oración, el sacrificio por los pecadores. Todos estos mensajes después de 100 años han sido poco escuchados y obedecidos, por eso este sábado 30 peregrinamos a Luján con la imagen de la Virgen de Fátima para demostrarle nuestro agradecimiento y como ofrecimiento por sus intenciones.

Al finalizar la misa el Padre René entregó a todos los servidores una medalla pro-vida en señal de compromiso por la defensa de la Vida y la Familia de todas las personas que colaboran en la parroquia en las misas por los enfermos y afligidos. Y también se rezaron las oraciones de reparación que el Angel en Fàtima les enseñó a los pastorcitos, los santos Jacinta y Francisco Marto y Lucía Dos Santos.

ORACIONES ENSEÑADAS POR EL ÁNGEL

¡Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo! ¡Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan, y no te aman! (Tres veces).

Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con los que El es ofendido. Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pobres pecadores.