Sor María de Jesús de Ágreda, María Valtorta y beata Ana Catalina Emmerick fueron tres grandes místicas que recibieron revelaciones sobre el Evangelio. Los invitamos a meditar algunas partes de sus escritos sobre la venida del Espíritu Santo en Pentecostés.

 – Sor María de Jesús de Ágreda nos relata en sus libro «Mística ciudad de Dios»: “Estaban todos reunidos y todos conformes en la caridad, que en todos ellos aquellos días ninguno de ellos tuvo pensamiento, afecto contrario de los otros”.

– María Valtorta nos transmite una peculiar anécdota sobre el efecto del Santo Espíritu durante su llegada en Pentecostés: «Llena con sus vibraciones la Tierra, las propaga a la casa y las imprime en ésta, en las paredes, en los muebles, en los objetos.”

– Santa Catalina de Emerick, la gran mística del siglo pasado, relata una particular visión: “En toda la naturaleza había un movimiento inusitado de alegría. Personas bien intencionadas habían recibido internas ilustraciones; los malos se asustaron más y se endurecieron en sus perversos intentos.”

Imagen: María Valtorta (izquierda), beata Ana Catalina Emmerick (arriba) y Sor María de Jesús de Ágreda (abajo).

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