Buenas tardes a todos, soy Soledad de Pilar, pcia de Buenos Aires, cumplo 42 años en febrero pero siento que nací nuevamente hace casi 2 años ya. Nací y crecí en una familia católica, mi educación fue católica y hasta los 11 años aproximadamente fui a misa con mis abuelos y el resto de mi familia. A esa edad nos mudamos y mis padres dejaron de ir a misa con frecuencia y creo que ahí empezó mi alejamiento. Fui creciendo y muchas heridas fueron abriéndose y así yo endureciendo mi corazón, profundizando mi soberbia y mi orgullo, llenandome de ira y cólera, de miedos y creyendome omnipotente. Y así me alejé absolutamente de Dios, cometiendo pecados gravisimos, y lo peor de todo era ( hoy puedo decirlo Gracias a Dios) yo no lo veía. Era tan soberbia y orgullosa, llena de ira, creyendo que me llevaba el mundo por delante, sintiendome autosuficiente y que no necesitaba nada más. 
Forme una familia con una persona con quien las cosas no empezaron de una manera prolija. Yo sostenía y me quería convencer que no estaba mal esto, sino que bueno, nos habíamos enamorado….me engañaba…mi soberbia.Al tiempo eso cambió y nuestra relación empezó a ser «sana», todo parecía estar bien, decidimos tener un hijo pero ya en el embarazo las cosas empezaron a cambiar, todo empezó a oscurecerse entre nosotros. Benito nació perfecto pero alrededor todo era oscuro. Lo que siguió fueron años terribles de muchas discusiones y desencuentros, cada año era peor y con ello yo me llenaba cada vez más de odio y de mucha ira. Incapaz de verlo y creyendo que yo podía sola. Algo en mi no estaba bien, de hecho cuando me decían de ir a misa yo me volvía loca, no podía escuchar la palabra misa. 
En 2014 decidimos tener otro hijo…hoy viéndolo a la distancia, y con profundo dolor veo que cuando lo decidimos no fue desde el lugar de amor…ojo, amo a mis hijos mas que a mi vida misma y son mi mundo entero, pero en este camino que transito voy reconociendo mis errores. Hoy Simón tiene 6 años, pero desde que nació padeció demasiados sufrimientos físicos, patologías que los médicos no encontraban causas, convulsiones que ni los médicos podían determinar que era, con tratamientos médicos que no funcionaban, todo le hacía los efectos adversos…acidez en una proporción 6 veces mayor a la de un adulto y solo tenía 10 días de vida cuando se lo diagnosticaron, no toleraba la comida, no tenía fuerzas y durante 4 años buscamos y buscamos con cientos de médicos y nadie al día de hoy puede decirnos que pasaba. Y en esos 4 años creí que Simón se me moría en 3 oportunidades distintas y los médicos no podían darnos respuesta. 
En 2018, ya cuando no sabíamos a que especialidad médica llevar a Simón, una amiga mía me dió el teléfono de un «sanador», en realidad un curandero pero no tenía idea de esto yo, era algo que realmente desconocíamos y estábamos desesperados. Y eso fue espantoso. Lo más grave fue que esa vino a mi casa durante casi un año y medio. Si hubieron ciertos cambios en Simón, de hecho fue esta persona quien nos dijo que nos habían hecho una brujería lo cual para mí era algo que no entendía pero asi me envolvió y me logro tener sujeta durante todo ese tiempo. Yo había vuelto a rezar en ese tiempo pero me era imposible hacerlo, me perdía, me olvidaba las oraciones, cerraba los ojos y veía cosas espantosas, divagaba, no me podía concentrar…hasta que una noche ya en mayo del 2019 lo llamé por teléfono a esta persona y le pregunte que había significado el amuleto que había encontrado estando embarazada de Simón y me contesto que el alma de Simón había sido entregada al enemigo (mi ignorancia era tal que yo no sabía que esto existía, para mi el mal era matar y robar…esto para mi no existía. Esa misma noche a las 2 de la mañan me persigne y con un rosario en la mano y llorando le dije a Dios que le entregaba a Simón, que se hiciera SU voluntad, que si Simón tenía que morir  y era su voluntad que así fuera, pero que antes recuperara el alma de SImón, nosotros lo habíamos bautizado a los 15 días de nacido a Simón, nuestra voluntad era y es que el alma de SImón sea de Dios. Recé el Rosario como nunca y lloré tanto pero cuando lo terminé tuve mucha paz.
A los dos días de esto EL P. Adrián Santarelli me responde un mensaje de Whatsapp que yo le había mandado 3 días antes, aclaro que yo al P Adrián Santarellino lo conocía, no conocía nuestra historia, no sabía nada de nada y de hecho nadie me le habia hablado de nosotros, yo solo le había escrito que me gustaría verlo porque había encontrado algo en mi casa…su mensaje textual ese día fue: no estoy en Buenos Aires, vuelvo el 4 de junio si queres te veo ese día, pero antes te recomiendo que veas al Padre Cristián Cabrini, es el exorcista de la Diocisis de San Isidro. Me quedé helada…y así empezamos este camino.
Al día siguiente de ese mensaje llame a ala secretaria del Padre Cabrini y me dió turno para el miércoles siguiente. Fui con Simón sola esa vez y no termine de estacionar enfrente a la Capilla y Simón tuvo un ataque en ese preciso momento, nunca le había pasado de día ese episodio. El Padre Cabrini nos recibió, y en medio de un ataque de llanto mío de angustía y nerviosismo pude empezar a contarle de manera desordenada que había pasado. Ahi empezó a hacerle unas oraciones y de repente me puso la mano en mi frente y senti que mi cabeza me se iba para atrás y mi cuello se partía en dos. Lo que recuerdo ahi fue que miró a un colaborador, le dijo esto es intramater y mandó a exorcisar la casa, al día siguiente vino a casa el Padre ALfredo, exorcisó la casa y a la semana teníamos que volver a ver al P Cabrini. Así fue, esta vez fuimos con Sebas. Era un miércoles y esa mañana hablé con Male y me dijo que iba a a pedirle a su mamá que rezaran con mucha fuerza por ese encuentro. La mamá de Male tiene un gruppo de oración y todos los miércoles se junta a rezar frente a una imagen de la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús. Ese encuentro con el P Cabrini fue distinto, algo había pasado y ahora nos hablaba de otra manera, casi minimizando la situación, algo había pasado. Sin embargo nos dijo que llevaramos a Simón cuantas veces quisiéramos y siempre igual fue muy atento conmigo pero nose. Salimos de ahí y yo estaba desconcertada, llegamos a casa, Sebas llegó al ratito y ni bien entró lo miré y le dije nos tenemos que ir a Salta, tenemos que ir los 5 a Salta. No sabía de donde había salido eso pero resulto ser que en mi interior solo sabía eso. Sebas me miró y me dijo  bueno. Mientras procesaba esta necesidad de ir a Salta, Male me manda un mensaje donde me dice textual: Sole, mamá te manda esta foto, mirá el velo, la Virgen te escuchó. Un velo celeste celeste, es la foto que tengo en mi perfil de  whatsapp, Desde ese día esta ahí hasta el final de mis días. llamé a Angiepara que me orientara como organizar el viaje y me recomendara las cosas, pero una sola cosa le pedí y fue que no me contara nada del cerro, yo no quería que nadie me dijera nada. Ella me sugire que vaya cuando hay peregrinación así de esa manera el domingo podía ir al cierre en donde Ma. Livia da una charla y cuenta un poco su historia y después tambien responde preguntas. Y así hicimos, pero antes del viaje pude ver al Padre Adrián a quien la Virgen puso como instrumento y el ahí empezó a guiarme. Fue un encuentro muy lindo y donde esa charla que tuve con él me la reservo para el Padre Rene solamente. 
Nos fuimos a Salta, jueves 20 de junio. Cuando embarcamos, me siento en mi fila y mirando a la ventanilla del otro lado del pasillo en frente mío había una cruz como de vapor perfecta. Era una cruz de tamaño mediano perfecta, era como que se habían empañado los vidrios y solo estaba ese dibujo. El vuelo perfecto y cuando ya media hora antes de aterrizar el piloto empieza con las maniobras de aterrizaje, ya estabamos dentro del territorio de Salta me empezaron a dar unas ganas de llorar, al día de hoy no puedo poner en palabras que sentía, solo se que le decía a la Virgen aca estoy Virgencita, acá estamos los 5. Y mientras escribo esto me dan esas mismas ganas de llorar de amor profundo a Ella. cuando aterrizamos y mientras esperabamos bajar del avión, lo miré a mi hijo mas grande y le dije este es el primero de los muchos viajes a Salta que vamos a hacer. Benito estaba preparándose para tomar la primera comunión. 
El viernes 21 tenía la idea de estar tranquiila, ir al Convento de las Carmelitas, recorrer Salta tranquila, pero no se pudo eso…en fin, asi quiso la Virgen que fuera. Ese viernes a la noche dije que el sábado no iba a prender un cigarrillo hasta bajar del cerrito. Soy fumadora, me cuesta muchísimo dejar el cigarrillo, lo intento pero me cuesta mucho)
Sábado 22, me levanté mas temprano para rezar y después ira desayunar y no va que Simón tiene un ataque, de la nada , pero el cigarrillo no lo prendí. ( ataque le llamo a esa especie de convulsión que no saben que es los médicos) Nos fuimos al Cerrito a eso de las 10:30 de la mañana, antes con Simón era imposible y ni bien el auto empezó a subir a mi se me llenaron los ojos de lágrimas y una sensación que no puedo poner en palabras me corría por todo el cuerpo, era lindo. Y cuando llegamos a la explanada de micros y me subi a uno y me sente…ahi si, empece a llorar y no oare de hacerlo hasta despues de la imposición de Ma Livia. Llore como nunca en mi vida había llorado, no puedo explicar con palabras lo que sentía, es inexplicable, a pesar de ese llanto para mi ese día fue como un descanso en María. Yo solo sabía que tenía que llevar a Salta a la familai entera, tenía que entregarle en alma y cuerpo a la familia a la Virgen y asi fue. Tantas cosas viví en el Cerrito. Mi llanto recién ceso una vez que estaban acomodando todo para la imposicion de la Sra Ma livia.Ene se momento, previo a la imposición mientras Ma Livia estaba dando la vuelta hilera por medio yo estaba justo en la punta y en ese instante senti que me miró e hizo un gesto con sus ojos como diciendome estas aca. Por supuesto no dije nada porque yo creía estar sugestionada, eso me decía mi cabeza. Después de la imposición de manos si bajamos caminando, bajar con Simón alzado en mis brazos iba a poder hacerlo sin problema, era bajada. Mientras bajábamos el perfume a rosas nos envolvía, con Benito nos mirábamos y eran como ráfagas de perfume que abrazaban….y en un momeno frené a una mujer que bajaba caminando también y le pregunté si tenía puesto un perfume de rosas…claro esta que no, era la mismisima Virgen. Ese perfume me acompaño hasta llegar a la playa de los taxis, yo no puedo poner en palabras mis sentimientos, la alegría que yo sentía no entraba en mi cuerpo y nunca había experimentado ese sentimiento de felicidad y paz, nunca. Ni bien bajamos del Cerrito yo me fui al convento, solo quería ir a buscar una imagen de la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucaristico de Jesús. El resto tenia hambre y se había ido al hotel y despues me encontraban en el Convento…yo no podpia comer nada, estaba saciada en todos los aspectos.
En el convento me acerco al torno y le dije a la hermanita que me atendió que había ido a buscar una imagen de la Virgen, a lo que me respondió que ahora me avisaba y se fue. A los minutos volvió otra Hermanita (era otra voz) y me pregunta que quería, le dije que buscaba la imagen de la Vurgen y me dijo que la lista de encargo se volvía a abrir en julio, que no había, a lo que enseguida le dije que la otra hermanita me había dicho que iba a preguntar y me avisaba. Solo me respondió, bueno, esperemos a ver que dice. A los minutos esta última hermanita me dice: como te llamas? le digo Soledad, me pregunta de donde sos? le digo de Buenos Aires y me pregunta, es la primera vez que venis? y le dije que si, acto seguido me dice el precio y gira el torno y ahí estaba mi Imagen de la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús. Mi felicidad era plena. De verdad nunca me senti tan llena de todo como ese día. Si tengo que elegir un día em la vida en donde fui plenamente feliz, es ese sábado 22 de junio del 2019. No pude comer nada de nada, estaba absolutamente inapetente, tenía una sonrisa dibujada en mi cara que era imposible de disimular. Esa noche le mando un mensaje al Padre Adrián, diciendole en 3 líneas lo feliz que estaba por haber subido al cerro y él me responde: una abrazo gigante de María.
El domingo 23 fuimos al estadio, donde Ma. Livia da la charla y fue impresionante una vez más, el perfume de rosas volvía a envolvernos en esas ráfagas y yo no dejaba de llorar de felicidad. Cuando nos estabamos yendo, en la salida una servidora me frena, yo tenía a Simón en brazos y me dice porque no van para adelante, maría Livia saluda a las personas, acerquense. Los mire a todos y les dije vamos. Por supuesto era imposible llegar a que nos diera la mano de la cantidad de personas que había  asique nos quedamos a un costado y María Livia empieza a saludas desde su izquierda y va saludando a las personas y les da la mano y hasta el momento que la veo ya estaba en el frente digamos de ese escenario y la vi hacer un movimiento con la cabeza que senti me estaba buscando y mientras giraba su cabeza esa sensación era más fuerte hasta que se frenó en mi, Me miró con esos ojitos y con una sonrisa tímida me miraba y empezo a saludarme con su mano derecha timidamente y yo la saludaba y lloraba tanto y mientras tanto ella seguía tocando la manos de las personas que estaban en el frente con su mano izquierda. Vuelve a mirar al frente por un instante y vuelve de nuevo a girar su cabeza y esta vez su sonrisa era enorme, esos cachetes rosados y su saludo mucho más efusivo y empezó a asentirme con su cabeza, yo también le asentia con mi cabeza y lloraba con una sonrisa enorme…y de repernte María Livia se fue. En ese momento miro a Sebastian y a Lola que desde el primer saludo no me quitaron la mirada de encima, no lo creían y estaban atonitos. Es imposible describir mi felicidad, es algo que desbordaba de mi cuerpo, no cabía tanto en mi y tampoco entendía mucho que sugnificaba todo eso que había pasado. 
Hoy creo saberlo, estoy segura que así fue, ese día la Virgen atravesó mi alma, me tomó de su mano y me dijo SI. Ese día me di cuenta que el camino de sanación no era solo para Simón, sino para cada uno de nosotros también.
Volvimos a Buenos Aires y desde que volvimos ayuno los miercoles y los viernes y se que eso será así  hasta el último día de mi vida, obedeciendo siempre a su pedido.
Ya en Buenos Aires, volví a ver al Padre Adrián me confese, pude empezar a decir mis pecados que yo sabia estaban ahi pero no podia pronunciarlos. 
Empecé a ir con Simón cada viernes a misa de imposición y sanación, las cuales nos daban mucha paz, para mí eran un descanso al alma y me renovaban el alma y así creo que fue empezó mi propio camino de sanación. Hoy veo que lo que empecé buscando la sanación de Simón en realidad era para mi también. El Padre Adrián puso a una de sus colaboradoras más cercanas para que me fuera acompañando en la escucha de este camino, 
El Padre Adrián viendo que pasaban los meses y algo andaba pasando en el vínculo con el Padre Cabrini no estaba avanzando mucho nos deriva al Padre Rene Cari. yo no lo conocía, no sabía quien era el Padre, ignoracia absoluta la mía. Me acuerdo que llamé a Mariela , estaban viajando a Junín y me dijo que la llamara el lunes. Así fue y nos dió turno para 15 días después. Mariela, una persona tan amorosa que me escuchó con paciencia, yo estaba desencajada, nerviosa, ansiosa, no tenía paz. 
El día que llegué por primera vez a la Parroquia San Vicente Pallotti y vi a la Inmaculda MAdre del Divino COrazón Eucaristico de Jesus…ahi senti que nos estaba guiando, que Ella estaba con nosotros guiándonos en este camino, dandonos sus mejores instrumentos en el momento indicado (esto puedo decirlo hoy, no en ese momento).
En esa primera charla el Padre Rene nos dijo que nos quedáramos tranquilos que él iba a tomar el caso de Simón. Y así fue como nos empezó a guiar con las oraciones y empezamos a ir cada 15 días. En diciembre ya Madre Caridad vió con mucho atino la necesidad de la intervención de MAriana, psicóloga que colabora en la Parroquia y fue quien empezó a corregirme y también guiarme en las cosas que iban sucediendo, hablandome como psicóloga, por momentos quizás resultaba fuerte lo que me decía sobre mi, pero siempre era la verdad, y eso iba abriendo mis ojos, y a la vez me enseñaba donde poner mi atención. Dejar de prestar atención a los hechos que sucedían, sino a rezar y a entregarme a Dios. Mariana fue de gran ayuda para poder empezar a abrirme a la entrega también. Cuando les cuento esto es para que visualicen lo alejada que estaba, mi ignorancia frente a Dios y precisamente ese sostén fue lo que necesitaba en ese momento. También al contarles esto lo hago para poder dimensionar la gran disposición y amor con el que el Padre Rene toma cada caso, es puro amor al servicio de las almas. Mis charlas con Mariana duraron hasta mediados de febrero y ahí me cuenta que había hablado con el Padre Rene y a partir de marzo cada 15 días íbamos a tener que ir Simón y  yo a ver al Padre Rene para recibir oraciones de liberación. 
Empezó la pandemia y durante esos meses no tuve contacto con el Padre pero seguía con las oraciones como me había indicado. El 8 de diciembre del 2019 me había consagrado por primera vez a la Virgen. En abril una amiga me invita a unirme a un grupo para consagrarme a la Virgen de Fátima. Así lo hice y lo empecé, quiero decirles que me costaba muchísimo, por alguna razón me pasaba que no podía hacerlo, igual lo hacía. El día de la consagración era el 13 de mayo. Ese día me había levantado bastante perturbada, no había podido ver en vivo la misa para consagrarme y ya me había perturbado y recuerdo que esa mañana, me vino a la cabeza el pensamiento de que si seguía rezando los rosarios de liberación que el Padre Rene me había indicado, y ahí quedó ese pensamiento. A las 2/3 de la tarde de ese 13 de mayo me escribió el Padre Rene (después de casi 6 meses sin tener contacto) para pedirme los nombres completos de Simón, de Sebastián y mío y me invitó a participar por youtube de las misas de sanación de los miércoles y viernes. La Virgen estaba ahí y me estaba dando el regalo de poder consagrarme a ella en la misa del Padre Rene. Y ese día entendí que el camino que había empezado por Simón en realidad era para mí también.
 
Desde ese 13 de mayo el Padre Rene empezó guiarme en mi sanación, con mucha oración, guiándome en cada paso. El Padre Rene me fue enseñando a REZAR Y CONFIAR principalmente, a abrir mi corazón. Así fue como cada miércoles y viernes participaba de cada misa de sanación, El Padre Rene me mandaba recordatorios cada día, me iba sosteniendo en cada instante. Me enseño que la palabra de Dios es palabra VIVA y que somos nosotros los que tenemos que abrir el corazón para escucharlo. Y así fue como también fue enseñandome a ENTREGARME  a Dios, algo que no podía hacer. 
A lo largo de los meses que fueron siguiendo, el Padre René fue poniendo más medios para ayudarme. Por ejemplo todos los sábados iba invitandome a participar de las charlas de formación…con muchas ganas esperaba los sábados, sobretodo porque cada charla era precisamente lo que Jesús quería transmitirme, hoy puedo verlo así. Cada charla me dejaba pensando, sobretodo me permitía mirarme hacia adentro y empezar a reconocer mis pecados, mis faltas, pero no solo hacia Dios, sino hacia el prójimo también. Estas charlas fueron puertas que se abrían en mi ignorancia y empezaban a dejar sus marcas…
Y a través de estas charlas yo también podía empezar a mirar esta situación que atravesamos desde otro lugar. Hasta este momento yo seguía con mucho nerviosismo por la situación y las cosas que sucedían, sin embargo el Padre fue enseñandome a entregar cada una de esas cosas y a no pensarlas, a no dar entidad desde el lugar que el maligno quiere que nos hundamos, sino a salir de ahi entregandoselo a Jesús y entendiendo que Dios esta permitiendo esto para sanarme. Fue tan importante esta enseñanza del Padre Rene, quizas parezca simple y sencillo, pero precisamente en lo simple y lo sencillo es donde mas claridad me daba. Gracias a su guía y paciencia pude salir de ese partecita oscura en donde el enemigo me tenía inmersa, y así pude ir discerniendo las distintas situaciones que se presentaban y empezaba a entregarme a Jesús y a sentirlo en la paz que me daba. (Aclaro que digo partecita porque mi oscuridad era enorme formada por partes y esta era una). Otra cosa importantísima que el Padre Rene me enseño, que los tiempos son de Dios, NO nuestros…y si, me lo decía todo el tiempo y yo pude empezar a vivirlo así también y de esa manera me sentía más liviana, empezaron a quedar atras la ansiedad y el nerviosismo. Jesús me estaba sanando. Otra enseñanza importantísima del Padre Rene, me enseñó y me enseña a perdonar y pedir perdón. Que importante esto Padre y así fue como empecé a recuperar mis espacios en mi familia y mi grupo de amigas, con mis hijos.Esto no hubiera sido posible si no me guía Ud, igual falta un poquito pero vego mejorando.
Una gracia enorme que recibí de la Virgen fue que pusiera semejante instrumento como es el Padre Rene para ayudarnos en la liberación de esta familia, pero después esa gracia la hizo doblemente enorme al darme al Padre Rene como director espiritual. Y así empecé a tener charlas con el Padre  más seguidos, me corregía, me escuchaba, me enseñaba y siempre con su amor y paciencia tan linda. Y al poquito la Virgen vuelve a darme más bendiciones , las misas diarias transmitidas por videollamada…y así las esperaba con muchas ganas, mi prioridad en el día era poder estar en misa y Jesús seguía sanandome.
 
El Padre Rene me sostuvo y me sostiene en esta batalla espiritual a cada instante. No es un camino fácil, pero con el Padre se hace más fácil porque a cada paso me ayuda, me corrige, me enseña y uno empieza a centrarse y aprende a sentir y mirar la presencia de Jesús y María en todo momento al lado nuestro, poniendo la mirada y el corazón en lo único y verdadero que son ellos y las perturbaciones o ataques pasan a ser insignificantes, porque saber que están sosteniendonos si nos entregamos nada nos puede pasar. Esto me lo enseñó el Padre y puedo decirles que, en la batalla espiritual si uno confía en Dios y se entrega son mil veces más las bendiciones y gracias que uno recibe que cualquier cosa que el enemigo pueda hacer. 
Yo podía por supuesto ver los dolores de María y sentirlos, al igual que el dolor de Dios por haber entregado a su hijo, pero no era capaz de sentir la pasión de Jesús, por alguna razón no podía. Un día se lo comenté al Padre Rene y el con su serenidad me dijo :tranquila, ya lo vas a sentir. Y así fue, pude sentir a Jesús un día, no recuerdo si fue rezando los misterios dolorosos o la COronilla de la Divina Misericordia, pero si recuerdo que empecé a sentir su dolor y entrega y lo lloré mucho y le pedí perdón. Empecé a sentirlo en cada Evangelio, en cada consagración en misa, en cada comunión espiritual. Y recuerdo que en una homilía del Padre lo sentí muy presente a Jesús y sentí que me estaba enseñando a pedir bien las cosas, no como lo estaba haciendo. Y lo hice así, empecé a pedirle a Jesús y María de otra manera, como él me había enseñado y por su gracia pude discernir los pecados cometidos y reconocer que había hecho todo mal. Lloré muchísimo pero nunca antes había sentido esa paz interior, que a pesar que doliera tanto a la vez me aliviaba, me serenaba. Fue en ese instante también que me di cuenta que no lo había visto a Jesús , que siempre estuvo mostrandome por donde ir pero yo siempre elegí ir por el camino de la oscuridad.
 
Si bien empecé este camino hace casí un poco mas de 1 año y medio, me falta mucho por recorrer pero la verdad me siento una bendecida de poder transitarlo de la mano del Padre Rene que día a día me acerca más a Jesús y María. Me siento absolutamente bendecida por ellos. Tenía razón Padre cuando me dijo que iba a sentir a Jesús, hoy por hoy en cada Rosario de Liberación lo siento a Jesús sosteniendome con sus manos de mis brazos, rezandolo conmigo y dandome su fortaleza. Siento su misericordia de esa manera y habiéndolo puesto a Ud como mi guía espiritual. 
Nada de esto es mío, la fortaleza, la perseverancia, el discernimiento…son de Jesús y María que me sostienen y me llevan en esta batalla espiritual, y se que junto a Ud y a ellos este camino es más liviano, y cuando Dios disponga esto terminara y así podremos vivir en el amor con el que fuimos creados.
 
Gracias Padre por transitar este camino con nosotros.