¿Se puede maldecir a alguien?

            Si, se puede. Las maldiciones invocan el mal, y el origen de todos los males es demoníaco. Cuando las maldiciones se expresan con verdadera perfidia, especialmente si hay una relación de sangre entre el que las echa y el maldecido, el resultado puede ser terrible.

             El hecho de que operen dentro de lazos familiares o en una “ocasión especial”, por ejemplo, una boda, puede tener consecuencias graves.

          El sacerdote exorcista Padre Amorth comentó el caso de un joven maldecido por su propio padre en el nacimiento, el caso de unos padres maldiciendo a la esposa de su hijo en su boda y un hombre cuya abuela maldijo una fotografía de él, lo que derivó en una enfermedad en sus piernas y múltiples cirugías.