El testimonio de sanación de Eda nos conmovió a todos en la última misión del Padre René a Costa Rica. Al término de la Santa Misa en la Parroquia Ntra. Señora de los Ángeles, Eda se acercó al Padre, llena de emoción y gratitud, a contarle como siguió su vida luego de que haya intercedido por ella en su anterior visita al país.

  Una vez llegados a Argentina, nos pusimos en contacto con esta preciosa almita para pedirle que nos cuente más detalles de su testimonio. Se los compartimos para mayor gloria de Dios:

   «Vengo de una familia muy católica, conformada por mis padres y 4 hermanos más, yo soy la tercera, somos una familia muy unida, bendito Dios!!!, tengo 59 años, soy bibliotecóloga, trabajo en la Universidad Nacional de Costa Rica.
Siempre estuve muy cercana a la iglesia, desde muy joven, participaba en todas las actividades, fui catequista, luego en los grupos juveniles y en las jornadas de vida cristiana, aquí en mi Parroquia de Nuestra Señora de las Mercedes en Mercedes Norte en la ciudad de Heredia,
Mi Padre falleció en Marzo de 1998 y mi madre en Septiembre de 2013, siempre me mantuve al lado de ellos, hasta el último día de sus vidas.
En diciembre de 2013, hice un viaje a Phoenix, a visitar a mis amigas Lilly y Marie, por recomendación de ellas ya que estaba devastada por la muerte de mi madre, nunca me había casado.
En ese viaje conocí a Carlos un hombre muy apuesto, hijo de padre Mexicano y la madre de Noruega, decente, profesional, único hijo, me gustaba muchas cualidades de él, más que todo me llamo la atencion que era un buen hijo que cuidaba de sus padres, que a pesar que vivían en Seattle, siempre estaba pendiente de ellos y los iba a visitar cada vez que podía.
Nuestra relación continuó por dos años hasta que me pidió matrimonio en diciembre de 2015.
Yo acepté, estaba muy ilusionada y enamorada, mis hermanos me preguntaron «Eda María, usted está segura de lo que va a hacer», y yo les dije sí, estoy segura.
La idea era que nos casamos civil allí y nos veníamos a casar por la iglesia aquí en Costa Rica, nos casamos en Diciembre 22 de 2015, el me hablaba mucho de Dios, eso fue una de las cosas que tambien me gusto, pero cual fue mi sorpresa que cuando nos casamos descubro que él era un hombre que le gustaba tomar, era un hombre muy callado de poco hablar, no tenía ninguna religión, es más no frecuentaba ninguna iglesia y por último descubrí que era un hombre adicto a la marihuana y llevaba muchos años en consumirla, cuando yo le digo pero porque no me lo había dicho, él dijo que eso no era importante y que eso a él no le hacia ningun daño, que el era un hombre con su buen trabajo en el banco, buena persona, buen hijo y que iba a ser un buen esposo, yo le dije que eso yo no podía permitir, que yo era una persona muy creyente y que eso iba en contra de mis principios, el me dijo que me quería mucho pero que nunca iba a dejar eso, ni por mi, ni por ningún otro motivo.
Es ahí donde tomó la decisión de regresar y terminar con él definitivamente.
Gracias a Dios que yo tenía un permiso de 3 meses en mi trabajo en la Universidad y pude incorporarme de inmediato.
Pero cuando yo regreso a Costa Rica, empecé con una depresión terrible, yo no podía creer lo que me había pasado, había apostado todo en ese matrimonio, había dejado todo por él, familia, trabajo y que les decía ahora, a mi familia y en mi lugar de trabajo, pero más que eso, la tristeza y el dolor se fueron apoderando de mí de una forma que no puedo explicar, comencé a llorar todos los días, en mi trabajo lloraba y lloraba, los compañeros me preguntaban qué me pasaba, querían que les contara la razón por la que yo me había venido, me preguntaban que me había hecho ese hombre para que yo tomara esa decisión, yo nunca les dije la verdadera razón, simplemente les dije que yo fui la que tomó la decisión de no seguir con el matrimonio y que me había dado mal de patria. La depresión poco a poco se fue apoderando de mí, a tal razon, que yo no podia dormir, pasaba las noches, los días sin dormir nada y lo que hacía era llorar y llorar, sentía unos miedos espantosos ya no quería salir ni a la puerta, no quería comer, no quería probar bocado alguno, me llevaron a varias psicólogas, sacerdotes, me hacían oración de sanidad, pero nada, ya mi hermana no sabia que hacer conmigo, si seguia asi iba a perder mi trabajo e iba a parar en un manicomio, todo lo veía gris, oscuro, negro, yo no veia que podia salir de esa depresíon tan espantosa que me tenia atrapada, las psicologas me mandaban medicamentos que me tenian como atontada, me daba dolores de cabeza, nauseas, mareos, etc, me tuvieron que incapacitar por unos dias en mi trabajo.
Hasta que un día llega mi hermana y me dice vámonos inmediatamente para la Iglesia de los Ángeles, en donde está el Padre Walte, que hoy llega un sacerdote que hace oración de sanación se llama el Padre Rene Caro y es de Argentina.
Bendita esa noche, cuando el Padre empezó hacer oración por mi, yo sentí una liberación tan grande dentro de mi, sentí como que algo salía dentro de mi cuerpo, una liberación completa, hasta el día de hoy, el me ayudo a salir de esa depresión tan terrible que tenía, bendigo y alabo a mi Señor Jesucristo que por medio del Padre Rene, hoy soy una mujer sana y feliz, se fue de mi toda tristeza o angustia y ya de eso hace 7 años, para la gloria y honra de Nuestro Señor Jesucristo.
Quería comentarle que cuando yo tenía 19 años conocí a mi primer novio, que por cierto trabajaba en un banco también, él era muy apuesto y guapo, yo me enamore perdidamente de él, pero a él le gustaba visitar esos lugares en donde se leen las cartas, brujos y yo lo visité algunas veces con él y me leían las cartas y me daban cosas como en frascos en donde yo tenía que enterrarlos, bendito Dios hoy le agradezco a mi madrecita que se dio cuenta de eso y me hizo sacar esas cosas que había enterrado y destruirlas y le jure que nunca mas en mi vida volvia hacer una cosa de esas, pedirle perdón a Dios, y también por medio de la confesión y por consiguiente termine con ese novio y nunca más en mi vida lo volví a ver.
Yo siento que quizás él pudo haber hecho cualquier de esas cosas sucias porque mi vida amorosa después de esa persona, nunca pude ser feliz con ningún otro muchacho que conocía, aunque eran buenas personas por una u otra razón terminaban alejándose de mí siempre, hasta el día de hoy que me mantengo sola.
Pero me siento feliz porque me acerque mucho a Dios, soy Lectora en la parroquia y así transcurre mi vida, vivo feliz con lo que tengo, con mi familia, con mi trabajo que Dios primero, quizás pronto pueda tener mi retiro en la Universidad.
Les adjunto mi fotografía, disculpe que me extendí mucho.
Un abrazo con todo mi cariño y otro por favor para él Padre, que siempre lo llevo aqui en mi corazón, pido a Dios que lo cuide, proteja y lo libre de todo mal., por favor regresen pronto.
Muchas gracias!!
Dios me la bendiga!!!
Me gustaría seguir en contacto con ustedes.
Miles de Bendiciones!!!
Que Dios y Maria Santisima los cuide y proteja siempre!!
Eda María»