🗡️ESPADA ESPIRITUAL
Martes 7 de julio de 2020
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (9, 32b-38): «En aquel tiempo presentaron a Jesús un hombre mudo poseído por un demonio. Jesús expulsó al demonio y el mudo comenzó a hablar. Y la gente decía maravillada:
«Jamás se ha visto nada igual en Israel».
Pero los fariseos decían:
«Expulsa a los demonios con el poder del príncipe de los demonios».
Jesús recorría todos los pueblos y aldeas, enseñando en la sinagogas judías, anunciando la buena noticia del reino y sanando todas las enfermedades y dolencias.
Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y desorientados como ovejas son pastor. Entonces dijo a sus discípulos:
«La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos. Rueguen por tanto al dueño de la cosecha que envíe obreros a recogerla».
La cosecha es muy grande pero pocos son los que trabajan en los campos del Señor. Todos los que nos llamamos católicos tendríamos que trabajar para su Reino, para que desaparezca la maldad en el mundo.
Es el mismo Jesús quien nos dice que hay pocos voluntarios. Los católicos no nos preocupamos para que reine Dios en todas las familias, parece que preferimos vivir en las tinieblas y que la maldad reine. No queremos ser luz del mundo, no queremos ser santos. Preferimos convivir con la maldad de la época y no dar batalla, quedarnos cómodos y no ayudar al prójimo para salir de su pecado.
Nuestra Madre en Fátima nos pedía que rezáramos e hiciéramos sacrificios por la conversión de los pecadores.
Pidamos a Ella la gracia de ser santos apóstoles y luz para estos tiempos. A.M.D.G.