🗡️ESPADA ESPIRITUAL
Domingo 26 de julio de 2020
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (13, 44-52): «En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
«El Reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va y vende cuanto tiene y compra aquel campo.
El Reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas, que, al encontrar una perla muy valiosa, va y vende cuanto tiene y la compra.
El Reino de los cielos se parece también a la red que los pescadores echan en el mar y recoge toda clase de peces; cuando se llena la red, los pescadores la sacan a la playa y se sientan a escoger los
pescados, ponen los buenos en canastos y tiran los malos. Lo mismo sucederá al final de los tiempos: vendrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los arrojarán al horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación. ¿Han entendido todo esto?»
Ellos le contestaron:
«Sí».
El les dijo:
«Por eso, todo escriba instruido en las cosas del Reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que va sacando de su tesoro cosas nuevas y cosas antiguas».
Encontrar a Dios, amarlo por sobre todas las cosas y trabajar para el Reino de los Cielos es el tesoro más importante que podemos encontrar acá en la tierra.
Este camino nos va a exigir muchas renuncias pero será muy fructifero.
Y si tenemos presente a los padres de la Santísima Virgen María, ellos sí que pusieron sus ojos en el reino de los cielos y fueron bendecidos con una gran hija, nuestra Madre Santísima.
Pidamos a santa Ana y a San Joaquín la gracia de trabajar para la gloria de Dios todo el resto de nuestra vida. A.M.D.G