🗡️ESPADA ESPIRITUAL
Jueves 10 de septiembre de 2020
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (6, 27-38): «En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los aborrecen, bendigan a quienes los maldicen y oren por quienes los difaman. Al que te golpee en una mejilla, preséntale la otra; y al que te quite el manto, déjalo llevarse también la túnica. Al que te pide, dale; y al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames.
Traten a los demás como quieren que los traten a ustedes.
Si aman sólo a los que los aman, ¿qué mérito tienen? También los pecadores aman a quienes los aman. Si hacen el bien sólo a los que les hacen el bien, ¿qué mérito tienen? Lo mismo hacen los pecadores. Y si prestan sólo cuando esperan cobrar, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a otros
pecadores con intención de cobrárselo.
Ustedes amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada; así su recompensa será grande y serán hijos del Altísimo, que es bueno hasta con los malos e ingratos. Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso.
No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados; den y se les dará: recibirán una medida buena, generosa, apretada, rebosante. Porque con la medida con que midan serán medidos».
Jesús en este evangelio nos dice que debemos amar a nuestros enemigos, hacer el bien a los que no nos quieren, bendecir a quienes nos maldicen y orar por quienes nos difaman. Realmente nos damos cuenta que tenemos verdadera caridad cuando no nos cuesta ninguna de estas cosas que nos pide Jesús.
Porque es fácil tener caridad con los amigos y familiares, pero debemos ser probados si hay verdadero amor cuando nos encontramos con estas personas que no son de nuestro agrado, que no nos quieren, o que nos hacen daño.
Pidamos a nuestra Madre Santísima tener una caridad heroica, sin límites, que nos llevará directamente al cielo. A.M.D.G.