🗡️ESPADA ESPIRITUAL
Martes 1° de septiembre de 2020
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (4, 31-37): En aquel tiempo, Jesús fue a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y los sábados enseñaba a la gente, que estaba asombrada de su enseñanza, porque hablaba con autoridad. Había en la sinagoga un hombre poseído por un demonio inmundo, que se puso a gritar muy fuerte: «Qué tenemos nosotros que ver contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres: el Santo de Dios». Pero Jesús le ordenó: «¡Cállate y sal de ese hombre!» Entonces el demonio tiró al hombre por tierra en medio de la gente, y salió de él sin hacerle daño. Todos se llenaron de asombro y se decían unos a otros: «¿Qué tendrá su palabra? Manda con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y éstos se salen». Y su fama se extendía por todos los lugares de la región.»
Es muy importante tener presente que cuando Dios se adueña de nuestra vida, como es una unión por medio de la oración y la gracia, es difícil que cedamos a la tentación y tampoco somos presa tan fácil de la maldad reinante.
Hoy vemos el gran poder de Dios sobre el demonio, así nos relata el evangelio. Es tanta la autoridad que tiene Jesús, que los espíritus malignos lo reconocerán y dirán quièn es: l «el Santo de Dios».
Nuestra batalla contra el mal es permanente, y los que trabajan para nuestro bando enemigo muchas veces se visten de ángeles de luz, hasta se meten en grupos católicos, aparentando tener mucha videncia y poderes de sanación, infectando a mucha gente buena.
Pidamos a nuestra Madre Santísima identificar a las almas que no son de Dios y que son muy dañinas, que nos terminan alejando de los lugares santos. A.M.D.G.