🗡️ESPADA ESPIRITUAL
Viernes 10 de julio de 2020
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (10, 16-23): «En aquel tiempo dijo Jesús a sus apóstoles:
«Yo los envío como ovejas en medio de lobos. Sean, pues, astutos como serpientes y sencillos como palomas. No se fíen de la gente, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en sus sinagogas. Serán llevados por mi causa ante gobernadores y reyes, para que den testimonio ante ellos y ante los paganos. Cuando los entreguen, no se preocupen de como hablarán, ni de qué dirán. Dios mismo les sugerirá en ese momento lo que tienen que decir, pues no serán ustedes los que hablen, sino que el Espíritu del Padre hablará a través de ustedes.
El hermano entregará a la muerte a su hermano y el padre a su hijo. Se levantarán hijos contra padres y los mataran. Todos los odiarán por mi causa, pero el que persevere hasta el final, ése se salvará. Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra; les aseguro que no conseguirán recorrer todas las ciudades de Israel antes de que venga el Hijo del hombre».
Dice Jesús que nos envía como «ovejas en medio de lobos», por lo tanto tenemos que ser «astutos como serpientes y sencillos como palomas». 
La gran unión  con Dios nos va a ayudar a vivir siempre iluminados por el Espíritu Santo, así nuestra vida diaria en medio de lobos va a ser más fácil.
La humildad, la caridad, la fe y la oración serán las armas prncipales para enfrentar al Goliat del ateísmo, de la perversidad, del satanismo de estos tiempos. Solos no podríamos, sería una locura enfrentar sin armas al enemigo. 
Estando cerca de Dios podremos decir: «aunque cruce por oscuras quebradas ningún mal temeré, porque Tú estás conmigo Señor.  O como San Pablo: «Todo lo puedo en Dios que me conforta».  
Y son muchos también los ejemplos de los santos, por ejemplo, cuando llegó San Patricio a Irlanda realmente se encontraba en medio de lobos;  y san Benito, hasta sus monjes lo quisieron  envenenar. Sin  embargo, Dios estaba con Él.
 «Quien como Dios, nadie como Dios», como dice San Miguel Arcángel.
Pidamos  a nuestra Madre Santísima ser astutos como serpientes y mansos como palomas. A.M.D.G.