En la Santa Misa el Cielo entero se nos abre de par en par. Si tuviesemos la fe de un granito de mostaza perfectamente lo podriamos ver con los ojos del entendimiento. Es el Reino de los Cielos que desea bendecirnos y liberarnos de tantos males que en este mundo tenemos que atravezar. Pero no olvidemos que Dios quiso que sea nuestra voluntad participante directo de nuestra santificación, es decir, que al hacernos libres Dios cuenta con nosotros, con nuestros santos deseos y propósitos para subir por la escalera hacia el Cielo.

  Es verdad que se necesita de fe y humildad para recibir las gracias que esperamos… recordemos que Nuestro Señor muchas veces no podía sanar por la incredulidad de los pueblos. Por eso, a continuación les compartimos las dos armas más poderosas para que nuestra entrega aumente y lleguemos a la Santa Misa mucho más agradables a los ojos de Dios… 

1) Rezo del Santo Rosario: al menos uno por día. Se debe rezar de todo corazón, intentando callar los ruidos exteriores y las preocupaciones interiores. No ser mezquinos con la Virgen… si podemos rezar más de uno, Ella lo recibirá con mucha alegría. También recomendamos rezarlo frente al Santisimo Sacramento o frente a un crucifijo bendecido.

2) Confesión: debe ser frecuente y frente a un sacerdote. El que se humilla, Dios lo ensalza… Debemos aprender a hacer una buena confesión. Si contamos realmente nuestras faltas tal cual fueron el demonio pierde fuerza. ¡Es el mejor exorcismo!

  Aprovechemos estos días previos a la Santa Misa de sanación para combatir al mal con estas dos armas celestiales… será de mucha bendición.

Próximas Misas de sanación en San Vicente Pallotti.

08 de marzo – 15:30 hs.

19 de marzo – 10:30 hs. (En honor a San José)

26 de marzo – 15:30 hs.

29 de marzo – 15:30 hs.