La palabra ‘letanía’ tiene un origen griego y quiere decir súplica. Desde los inicios de la Iglesia, las letanías fueron utilizadas para indicar las súplicas rezadas en conjunto por los fieles, particularmente durante las procesiones.

       Santa Catalina de Siena, nuestra gran protectora de la obra, también tiene las suyas. Los invitamos a rezarlas con mucha devoción y fe en la poderosa intercesión de esta santa que supo ser modelo de santidad para todas las épocas de la Iglesia.