La cuaresma es un tiempo de gracia y bendición para todos los cristianos. Son 40 días de preparación para gozar con Jesucristo de su triunfante resurrección. Las siguientes prácticas harán que tu alma crezca en humildad y mucha paz interior, por lo cual el enemigo no podrá molestar más si con firmeza nos disponemos a cumplirlas.

1) Aumentar la oración diaria: en particular el rezo del Santo Rosario, meditarlo y rezarlo con mucha fe y de todo corazón. Es necesario combatir los ruidos exteriores e interiores (preocupaciones, distracciones, etc.) que impiden la unión con Dios.

2) Ayuno: en especial los días miércoles y/o viernes. Con el ayuno se apaciguan nuestras pasiones y aprendemos a controlar nuestros gustos. Es necesario hacerlo con mucho amor a Dios y consultando previamente a un buen guía espiritual, sobre todo aquellos que tienen problemas de salud. Esta práctica, entre otras cosas, nos ayudará a controlar nuestra ira, rencor, envidias y todo tipo de males contra nuestro prójimo.

3) Limosna: dar con generosidad es un buen síntoma de que amamos a Dios. Desapegarnos de lo material nos ayudará a confiar en la providencia y asi convertirnos en personas más espirituales.

  Recordemos que es la misma Santa Iglesia quien desde sus inicios recomienda aprovechar estos 40 días previos a la Pascua. Volvernos más espirituales impedirá al enemigo tener control sobre nosotros, nuestras vidas y la de nuestra familia.