“Llegué abatida, sin fuerzas, y sin saber que me dirigía a los brazos de Jesús…”

“Llegué con mucha angustia, depresión pero por sobre todas las cosas con mucho dolor en mi corazón…. Ya no me interesaba rezar el Rosario, porque de a poco estaba perdiendo todo y nada me ayudaba a recuperar mis fuerzas, mis ganas, mi ilusión….todo se desvanecía progresivamente como el viento cuando dispersa las nubes, pero como lo expreso al principio, llegué a la Parroquia abatida, sin fuerzas, con mucha angustia…pero me aferré al Amor, al cariño de sus servidoras y escuché todas y cada una de las palabras del Padre René, quien me ayudó, a través de la oración, a volver a mi fe cristiana.

Hoy puedo decir que Jesús misericordioso se cruzó en mi vida iluminando mi camino, la ida al Padre Pío, quien se hizo presente y la visita a la Rosa Mística, que también me dio la alegría de percibir su presencia como los anteriores….los tres en diferentes lugares…pero la respuesta de cada uno de ellos en un mismo lugar…EL SANTUARIO DE MARÍA DEL ROSARIO DE SAN NICOLÁS… Ahí pude entender la fuerza de la oración, el rezar el Rosario de liberación de la sangre de Cristo.

Si bien aún sigo recuperándome, puedo asegurar que se produjeron muchos cambios en mí, en mi hija (con problemas de salud), en mi casa, en mi familia…. No llegué a la Parroquia porque quise… Vine porque Dios decidió que era hora de volver a acercarme a Él”

Patricia Monti, de Virrey del Pino. Servidora de la Obra de Amor por los que sufren.

FOTO: Patricia junto al Cura Brochero en el viaje parroquial a Casa Betania, la Falda, Córdoba.