“Buen día Padre René.  Le quisiera contar sobre el caso de una sobrina que le diagnosticaron cáncer de retinoblastoma en abril, con tan sólo 11 meses. Al yo asistir a la Misas de sanación no dudé ni un minuto en poner a ella en cadena de oración hasta que la pudimos llevar.

A partir de ese día en que la llevamos los estudios daban cada vez mejor, gracias a Dios. La nucleación que le iban a realizar en los dos ojos ya no se lo iban a hacer. Los médicos se quedaron sorprendidos al ver que los estudios salían cada vez mejor. Nunca mi fe dudó de que Tiziana Chirino iba a estar protegida por Dios y la Virgen María.

De las seis quimioterapias sólo le hicieron cuatro y desde ahí los médicos ya le diagnosticaron que Tiziana estaba curada. Doy gracias todos los días por el milagro que Dios me dio, y agradezco a usted Padre por hacer que yo nunca baje los brazos y que cada día mi fe hacia Dios crezca. Con todo el cariño le doy las gracias por estar siempre junto a los que más necesitan.”

Karina de Ezeiza