“Reza, espera y no te preocupes. La preocupación es inútil. Dios es misericordioso y escuchará tu oración… La oración es la mejor arma que tenemos; es la llave al corazón de Dios. Debes hablarle a Jesús, no solo con tus labios sino con tu corazón. En realidad, en algunas ocasiones debes hablarle solo con el corazón…”

San Pío de Pietrelcina.

   Un día como hoy pero de 1887, nacía en Pietrelcina Francesco Forgione (P.PIO), el Príncipe de la Iglesia, el Crucificado sin Cruz, o simplemente un Capuchino que reza.
  En la Obra de Amor por los que sufren, San Pio de Pietrelcina, acompaña al Padre Rene Cari, en el Misterio de la liberación y Sanación, cumpliendo con su palabra “Hare más ruido muerto que vivo”, y hace mucho ruido en la vida de los servidores y de los fieles que acuden a la Iglesia necesitados de Dios.
  El Padre Pio, leía la consciencia, podía realizar curaciones milagrosas, estar en dos sitios al mismo tiempo. Los estigmas de nuestro Señor Jesucristo lo acompañaron por 50 años.
  En el curso de su vida paso por muchas carencias y dificultades, pero hoy todavía sus milagros, vivencias y extraordinaria forma de ser, hacen que la persona que lo conoce no se separare jamás de él.
  Que en este día de su nacimiento “25 de mayo”, que coincide con el nacimiento de nuestra Patria, el Santo Padre Pio de Pietrelcina, sea el “ANGEL ESPERANZADOR”, para el fin de la Pandemia y para el alivio de las almas que más lo necesitan. ¡¡VIVA EL PADRE PIO POR SIEMPRE!!. Alexis Cartasegna